viernes, setiembre 30, 2005

La Vía (Primer Avance)

Este es un primer avance de la Versión 4 del cuento "La Vía" el cual espero sea la versión definitiva del primer capítulo de la novela del mismo nombre



Primera página

La onda de energía hendió el Tsunami, partiéndo la enorme pared de agua con una facilidad aterradora en su simpleza.

El Surco definido por tal incisión penetraba el sólido frente de agua por más de doscientos metros, como una vía hacia el infinito, hacia lugares remotos en el espacio y tiempo, o como creyeron después los adeptos del tecnomante, hacia el futuro.

La ola, a consecuencia de tan enorme impacto, se bifurcaba en dos frentes que iban rodeando a la isla, arrasando todo en su camino y, extrañamente, dejando el templo de la orden negra -la base del pilar de luz-indemne.

El gran Maestre, en aquella infausta hora, había hecho un último gesto dramático para detener el Tsunami que amenazaba el Templo de Terra Incognita, aunque para los que lo conocían, les resultase inexpicable tamaño sacrificio.


-¿Queda algún rastro?
-Ninguno, señor. Hasta su firma cuántica ha desaparecido del espacio, es como si nunca hubiese estado allí.

Indra Sersham, a bordo de una nave-espía clase Akhbar de los acólitos Blancos, celebraba en silencio la desaparición del gran maestre de los Tecnomantes.

"No tuve que hacer nada",se decía a sí mismo,"¡El Oráculo se ha manifestado como debía ser y me ha librado del peor de mis enemigos!" en un tono de voz tan alto que sus tres compañeros de tripulación lo escucharon muy claramente.

-Debemos irnos.- dijo Cliver, el píloto, estamos cerca del alcance de los satélites de vigilancia del punto L4.
-Está bien.- respondió desganado Sersham "Lo último que queremos es que se acuse a los acólitos por eliminar al Gran Maestre."-Partamos de inmediato.

La nave-espía alteró ligeramente su configuración, acelerando hacia el punto de escape más cercano y luego desapareciendo en la oscura inmensidad del espacio, con rumbo desconocido.

Lejos de allí, bajo el Sol de Novobrums, Dhalia Darsh acababa de retornar a su estado habitual trás estar conectada a distancias interestelares con Glisten en aquella conferencia con su padre.

Comenzaba a recordar:

-Lo cierto es que no hay paisajes sin marcos.

Era la primera frase que le había escuchado decir al iniciar la conexión, que él había aceptado sin reservas, tal vez presintiendo la miriada de lógicas preguntas que ella debía hacerle.

Su residencia -Una modesta casa de dos plantas situada en lo alto de la Colina que gobernaba la extensión de la bahía conocida como "La Herradura" por los Tecnomantes, aunque el origen de tal anacronismo era desconocido para la mayoría de estos. Todo alrededor, abundantes hojas de manglares Nij y otras exuberantes plantas prosperaban en medio del silencio que hacia presagiar lo peor.

(continuará)