martes, mayo 02, 2006

La Tercera Era (IV)

Las sombras del Oráculo

Un poder en la sombra en los tiempos el imperio de luz, el Oráculo, la creación máxima de la orden blanca aun subsiste como un ícono en los habitantes del cúmulo, considerándosele la máxima reliquia a obtener.

Por el contrario, el Pilar de Luz de Glisten, máximo Icono de la Orden de los Tecnomantes es considerado una pieza inalcanzable, dado que todos los intentos de los tres poderes para usarlo en su beneficio han fallado, al ser el acceso al sistema de control de lo que, en opinión de los expertos, es un manipulador de formas Calabi-Yau, o puesto de otro modo, un creador de universos.

La Autarquía Korg, actual gobernadora de ese mundo, no lo considera de mayor importancia excepto como parque Arqueológico, al cual van turistas ricos de distintas partes del cúmulo para contemplar la pureza de sus ecosistemas y las ruinas de la magna ciudad de Chiropolis, primera víctima de la guerra final entre las Ordenes.

Del Oráculo se cree muchas cosas, pero como no hay un relato real de que fue lo que pasó con él ni señas de su ubicación real en los antiguos cuarteles de la Orden Blanca en Dhalion, siendo tan clamorosa esta ignorancia que los Acólitos que se autoproclaman sucesores de la senda de Sersham desconocen la ubicación del Oráculo, el cual se creía estaba asentado sobre la base de un viejo quasar en el límite del Cúmulo, a una distancia semejante a la de la Ciudadela Espacial de Drogh-Nij-Kaph, que los poderes no han visitado en décadas y que se sospecha fue destruída por los teconmantes en la batalla para evitar cayera en manos de los Acólitos. Una nave de exploración enviada por la Alianza Cumular llegó al parecer a la ubicación estimada de la antigua estación, buscando pistas que condujeran al Oráculo, pero sus indagaciones no llegaron a nada, aunque la presencia en la expedición de miembros de la misteriosa fraternidad de los conservadores llama a cuestionamiento tal comunicación.

La leyenda, esparcida en varios mundos del Cúmulo, es que el Oráculo, conforme al último deseo de la Emperatriz, permanece prediciendo y calculando el camino de menor resistencia que le abra las puertas del dominio de la Galaxia y la eternidad a los Korg y que tal programa continúa ejecutándose de manera oculta para los actores de los tres poderes, por medio del silencioso trabajo de los patriarcas, convertidos en ejecutores de un designio más alto cuya comprensión escapa al entendimiento de un simple habitante del cúmulo.

Lo que si puede afirmarse sin atisbo alguno de duda es que sólo hay una forma de comprobar tal aserto: llegar al Oráculo o a su puerta de acceso en la Red Gruyere, la llamada puerta del trueno, cuya ubicación permanece fuera del alcance y conocimiento de los exploradores de los tres poderes.


General Mil'Nak'Bar Robinson, director de la escuela de guerra, Confederación Estelar, Dhalion