domingo, abril 10, 2005

La leyenda(I)

El Pilar de Luz

En un Planeta, cuya estrella es la más cercana al centro del cúmulo de Sarhg, hay un pliar de luz.

Nadie sabe su extraño origen, y sobre el se tejen leyendas y especulaciones varias, una primera especulación sostenía (según los acólitos de la orden Blanca) que el pilar es una señal del gran proyecto del Quasar, que sólo ellos pueden revelar.

Los tecnomantes de la orden negra son (eran, ya no quedan de ellos en este tiempo) mucho más reservados al respecto, al parecer debido a que la misteriosa desaparición de los siete patriarcas de los Korg y su orden (Nota del autor: humanos emigrados a esa parte de la Galaxia expulsados de la tierra) al igual que la más misteriosa partida de los Jangk, anteriores guardianes del sitio parece guardar relación con la función para la que el templo fue creado.

El templo (así le llaman) donde se encuentra la base del pilar es una inexpugnable piramide trunca de 325 metros de altura, o 100 de la extraña e impronunciable medida jangk, heredada de tiempos cosmicamente inaccesibles. Los herederos -más valdría llamarlos remanentes- de la orden blanca sostienen que el pilar es la clave para entender el "fenómeno del gruyere" la aparición de una red de agujeros de gusano que comunican casi toda la galaxia, extrañamente coincidentes con un parpadeo en la luz del pilar y con la muerte de Indra Sersham, primer gran maestre de las ordenes Blanca y Negra, y al parecer, el elegido de seis de los siete patriarcas.

Los que conocieron la isla donde se hallaba el templo (no se habla de él ahora, se prefiere tenerlo en la bruma de la ignorancia y la duda) hablan de una selva impenetrable, llena de plantas venenosas y de hojas cortantes y de predadores tales como kor-smilodons, de terribles dientes de sable o nar-dytarmas, aves no voladoras de 4 metros de altura y con poderosos dientes aserrados en el pico.

Un viejo barquero, pescador de la solitaria rada de Terra Incognita (pues así se llama la isla) confesó a los sicarios de la orden blanca haber dejado a un hombre en la orilla, su apariencia traicionaba una incipiente madurez (250 años aproximadamente) y un traje de tecnomante, inequivocamente.

Se envió tres batallones a la isla a buscarlo y capturarlo, ninguno sobrevivió, tal vez, dicen las viejas y los niños de la aldea de pescadores, sus almas siguen allí, flotando en el pilar de luz.